Los huevos de chocolate Kinder tienen siempre una sorpresilla en su interior, pero los recipientes en donde vienen pueden tener otra utilidad.
En este caso los vamos a convertir en un memory sonoro.
Podemos poner garbanzos, arroz, clips, piedrecitas, cereales, cuentas de collar, canicas, arena, trozos de palillos...
Es un juego muy instructivo y entretenido. Lo disfrutan mucho.
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