Esta semana hemos comprobado que el aire, viento, se mueve y puede producir energía para mover motores o maquinarias.
Hemos realizado un anemómetro, que en realidad no mide la velocidad del viento, pero nos da una idea.
Vamos a guardar uno en clase para sacarlo por la ventana o al patio cuando haga mucho viento, así podremos disfrutarlo más.
El material es sencillo: vasos de plástico, pajitas de refresco gruesas o palillos de brochetas, un lápiz para hacer de eje central y un bote para hacer la base si queremos que se sujete solo (los peques lo llevaban en la mano sin necesidad de bote para la base).
Para comprobar su funcionamiento no hay más que salir al patio del cole.
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